Otra de las ocurrencias escuchadas en el bus de la madrugada.
Una señora de risas escandalosas al teléfono:
-Ah mijita, si lo ves le dices que Juana le tiene un pollito guardado y lo está esperando como agua para chocolate…
Me intrigó lo que dijo en el «manos-libres», me intrigaron sus constantes carcajadas, pero aún más me dejó intrigada la sonrisa tan sospechosa que mantuvo durante los minutos posteriores tras terminar la llamada.
Y la duda prevalece: ¿Qué será lo que Juana le tiene guardado al susodicho?